Pasos en el agua
Candeleda en el único chiringuita abierto de momento, acabo de venir de meter mis pies en el agua hasta donde me lo ha permitido la ropa que llevo.
Mi notorio despiste se ha notado a la hora de no venir con el bikini preparado para darme un baño, algo que en este momento me apetece muchísimo.
Sentada en una silla, descalza con los pies sobre el césped, en realidad no es césped es hierba segada y húmeda que proporciona cierto frescor ayudado por un madroño que nos proporciona una formidable sombra y tomando un té con limón fresco, alejada de la rutina absorbente que me ha acompañado este año.
No ha sido un mal año, pero si que muy ocupado, el trabajo, las clases de pintura, la casa , etc... han dejado mi parte ínter náutica un poco de lado.
Esto unido a que hace tres semanas nos tomamos una semana de vacaciones de días que se nos debían de las vacaciones del año pasado y que dedicamos a intentar conocer Ibiza, y que siguiendo la tradición no escrita de que para conocer Formentera hay que alquilar una moto, y que trajo como consecuencia una caída en la que mi querido santo ha salido lesionado con un hueso roto, una operación y el reposo que ello conlleva, os podéis imaginar mi falta de tiempo.
He tenido que abandonar las clases de pintura un poco antes de tiempo, para poder dedicárselo a las atenciones que necesita para poder moverse y hacer las cosas.
Como aun nos quedaban días de vacaciones, he tomado esta semana para venir a este precioso rincón de Gredos, en el cual pensaba descansar, y aunque esto de momento no ha sido posible , si que el tiempo que ha trascurrido en esta semana me ha proporcionado algunas satisfacciones.
Armada con una azada he dedicado tres días a cavar e intentar dirigir lo mejor posible el agua de unas fuentes que nos han brotado.
Creando unos canales, dirigiendo mangueras, intentando arreglar un camino de arena que se estaba estropeando a causa de estas mismas aguas tan formidables que salen de la tierra, este ha sido el trabajo que he realizado.
Mi torpeza y sobre la inexperiencia en este tipo de trabajo, me han causado ampollas en la mano, y arañados en piernas y brazos por las zarzas que no veía, pero mi espíritu se estaba llenando en cada movimiento que hacia y que veía con satisfacción que daba resultado.
El resultado no siempre se ve tan claro en algunos trabajos que realizamos a lo largo de nuestra vida, quizás sea esto lo que mas me alegra, a pesar de que sé que lo que he realizado tendré que ir mirando y retocando de vez en cuando.
En la vida pasa esto muchas veces, el esfuerzo, el trabajo, no tiene recompensa diaria, y a veces parece que la vida es injusta, que a veces ríe quien no creemos que tiene que reír, nos parece injusto que gente que ha basado su vida en una corrupción continua y demostrada no pague inmediatamente por ello, pero demos tiempo al tiempo, todo pasa factura tarde o temprano.
Recuerdo cuando era pequeña y me enfadaba con alguien y como niña quería pegarme con alguna otra niña o niño mi madre siempre ponía freno a algún intento de represalia por mi parte, nos decía que no nos portáramos como los demás, que no fuéramos violentos, malhablados y que no nos tomáramos la justicia por nuestra mano aunque tuviéramos razón.
Nos decía a mí y a mis hermanos que la violencia no se combate con violencia y sobre todo nos decía un refrán:
“Cuando el cadáver de tu enemigo quieras ver pasar, siéntate en la puerta y espera”.
Y esto es cierto, así que amigos, os conmino a no ser igual que los violentos, corruptos o ladrones, sencillamente seguid luchando por la justicia pero no os la toméis por vuestra mano.
Sentaos y esperad..
Mil besos a todos.
¡¡ Que agradable estar con vosotros ¡!.
