Busca en el blog



19 enero 2007

El viejo profesor

Poco puedo decir sobre esta persona , Enrique Tierno Galván, que no esté escrito.

Al gran Alcalde de Madrid, y siempre con espíritu joven.

Para no repetir lo que han dicho otras personas os enlazo:
Enrique Tierno Galván

Os dejo con alguna de sus frases:


Bendito sea el caos, porque es síntoma de libertad.

Los bolsillos de los gobernantes deben ser de cristal.


La buena didáctica es aquella que deja que el pensamiento del otro no se interrumpa y que le permite, sin notarlo, ir tomando buena dirección.

El poder es como un explosivo: o se maneja con cuidado, o estalla.

Todos tenemos nuestra casa, que es el hogar privado; y la ciudad, que es el hogar público.

Y..... El que no esté colocado... que se coloque.

8 comentarios:

Nerim dijo...

Lo que sé de Tierno Galván es que era un hombre poco corriente y que daba gusto conversar con él.
Un abrazo

Raúl Pleguezuelo dijo...

Que años aquellos en que Madrid era la vanguardia del progresismo y nos caracterizaba nuestra apertura hacia el visitante. Espero que Sebastian pueda devolvernos ese espíritu, a pesar de vivir en Fuenla, hablo como madrileño (carabanchelero), el lugar donde uno se cría tira mucho, je,je.
Un abrazo.

bitdrain dijo...

Hola Arbillas, frases muy sutiles las de hoy ;)

¿En que año gobernó ese señor?

zalakain dijo...

¡que viva Enrique!, ¡al loro al loro!

Rossimilio dijo...

Era yo pequeñito cuando me pilló su muerte. Tampoco entendía nada de política pero lo que recuerdo de su muerte y funeral multitudinario y los testimonios de quienes le trataron tuvo que ser una persona extraordinaria.

A día de hoy, con más perspectiva, sé que este hombre tuvo muchísima importancia en mantener la idiosincracia del Partido Socialista del Interior durante la dictadura franquista en España y que, junto con el "otro PSOE" del exilio liderado por Rodolfo Llopis hasta el Congreso de Suresnes en 1974 en el que fue elegido Secretario General Felipe González, fueron los encargados de mantener las siglas de un partido histórico y de hacer que el socialismo democrático no se perdiera entre las tinieblas del franquismo.

Tierno Galván era antiguo en las formas pero moderno de mentalidad. Pese a sus trajes oscuros y de solapas de chaquetas enormes supo conectar con el entorno cultural del Madrid inolvidable de la movida de los años 80 y donde una generación de jóvenes comenzaron a darse a conocer por hacer algo "distinto" a la cultura oficial imperante en este país. Una juventud deseosa de volcar su nervio e inquietud a través de conciertos, grupos musicales, locales inolvidables como el Rock-cola o Jácara y, sobre todo, con un alcalde que supo encauzar toda esa expresión de creatividad.

En fin, un homenaje justo y acertado por tu parte para alguien que "pese a su elevada edad" ha escrito una de las páginas más brillantes del socialismo español, junto con Ramón Rubial.

A mi juicio lo grande de la izquierda en este país es que puede presumir de la gente con larga trayectoria de militancia y compromiso político en la lucha por las libertades sin tener que avergonzarse.

Un abrazo.

pensando con el corazon dijo...

Sin duda, se le quiere tanto, porque no era un político.. sino un Maestro...

Me vas a permitir que me quede con esta: "La buena didáctica es aquella que deja que el pensamiento del otro no se interrumpa y que le permite, sin notarlo, ir tomando buena dirección."

Un abrazo

Sarsillo

Arbillas dijo...

Gracias a todos por seguir recordándole.

Acabo de escribir en "Politicamente Democrata", que nadie recuerda (cuando digo nadie me refiero a la Iglesia institución) que fué gracias a él que se consiguiera terminar la Catedral de La Almudena, he paseado por ella y no veo reflejado esa gratitud al gran Alcalde por ningun sitio, (si estoy equivocada, por favor decidmelo y le saco una foto testimonial).

Un beso a todos.

Camilo dijo...

Aunque tarde, no quiero dejar de adherirme a este pequeño tributo a este gran revolucionario. Sí, he dicho revolucionario porque nos enseñó lo que es hacer política desde la honradez y el sosiego y no desde los carteles y los panfletos.