Carta a Tele¿¿madrid???

Quisiera haceros participes de una carta que un compañero socialista y una gran persona ha escrito y ha mandado a TeleMadrid.

Creo que es importante leerla y difundirla, para que todos los que aun no saben de la bajeza moral de esta televisión manipulada tengan constancia de lo que en ella se transmite, si a la forma de trabajar de este ¿medio de comunicación? se le puede llamar transmisión.

No hablo más, y os dejo con la carta , autentica protagonista de este comentario.

La adulación, bajeza del que adula; engaño del adulado y aún bajeza de los dos; porque su bajeza muestra el que gusta de su adulación, que no se fía en el valor de sus méritos.

Francisco de Quevedo

Muy señores míos:

Les escribo para pedir que destituyan a Sánchez Dragó como presentador del programa “informativo” que creo que se llama ‘Diario de la Noche’. Su sectarismo y falta de profesionalidad son indignos de una empresa pública que debería tomarse su labor de servicio a los ciudadanos en serio.

Si bien no soy espectador habitual de su canal, tanto por la pobreza como por la evidente parcialidad de sus contenidos, anoche me detuve un rato a contemplar el espectáculo que este supuesto intelectual (¿no los tiene mejores el PP?) dio ayer en su entrevista a la presidenta de la Comunidad Autónoma de Madrid, Sra. Aguirre. No sé si ahora ésta estará más contenta ahora que sus entrevistadores no compran el discurso de sus adversarios pero desde luego al Sr. Sánchez Dragó sólo le faltaba ponerse a dar saltitos y agitar el rabo con la lengua fuera mientras bebía los vientos en torno a su adorada heroína (también le gusta, al parecer, el opiáceo), y la ensalzaba como paladín del liberalismo, próxima presidenta del Gobierno español, azote y martillo de herejes socialistas. (La señora Aguirre no debería necesitar de estas muletas para mantenerse en el poder. Es obvio que no acaba de creer en sus propias capacidades; pero ésta es materia para otra carta que ya remitiré a la Real Casa de Correos).

Todas y cada una de las preguntas de ese diálogo socrático de anoche iban dirigidas al lucimiento de la presidenta o bien eran descaradamente sesgadas. Como ejemplo valdrían muchas pero en especial quiero recordar aquélla en la que le preguntaba sobre la asignatura de “Formación del Espíritu Nacional” en la que el falso periodista se posicionaba en contra de la asignatura de educación para la ciudadanía. Como votante socialista me he sentido insultado y humillado cuando este autor de libros sobre esoterismo le preguntaba a su invitada si creía que Zapatero podría seguir engañando cuatro años más a los españoles. Es intolerable: su informativo no es tal sino un programa de adoctrinamiento, propaganda e intoxicación. La pregunta correcta es la recíproca: ¿podrá él seguir engañando cuatro años más a los habitantes de Madrid?

Esto se puede hacer desde un medio de comunicación privado pero no con el dinero de nuestros impuestos. Estos propagandistas de anoche tienen la osadía de proclamarse liberales, pero lo son de boquilla porque utilizan los recursos públicos para fines privados o partidistas. En Wikipedia he encontrado esta definición de corrupción: “La corrupción consiste en el uso del poder público para el logro de beneficios particulares o sectoriales, que no se identifican ni comulgan con el bien común.” Creo que le encaja, como un guante a una mano, a la actuación de los gestores de Telemadrid.

Como ciudadano muy contribuyente me dirijo a Vds. para pedirles que destituyan –lo reitero– a este señor o bien devuelvan el dinero que ha costado el programa a los contribuyentes y le pasen la factura al Partido Popular, que sin duda estará muy satisfecho con sus servicios.


Fdo: (no pongo el nombre)


P.S.

Si, sé que esta carta no servirá de nada y que continuarán manipulando así hasta que algún día pierdan las elecciones. Entretanto me daré el gusto de difundir la presente y postular entre todos mis conocidos que borren la sintonía de su canal de sus televisores. Si al menos esto hiciera mella en sus ingresos publicitarios quizá les sirviera para enderezar un poco su sesgada programación.