La montaña.
Como siempre , recurro a cosas aprendidas de mi madre.
Ella me decia que el matrimonio era como una montaña.
Sus explicaciones no solo las aplico al matrimonio sino a todo lo que queremos implicarnos en la vida.
Ella decia, la montaña vista de lejos es preciosa, a todos nos gusta.
Pero la montaña hay que vivirla, hay que subirla y mantenerse en ella.
Te cansaras de subir, de bajar, te tropezaras muchas veces, pero al mismo tiempo tambien encontrarás momentos gratos, cuando te sientes a descansar, cuando encuentres un rio y te bañes y limpies, cuando tengas sed y veas un manantial, cuando el ruido que oigas sea el cantar de los pajaros.
En la montaña tendras miedo de las tormentas, pero tambien puedes encontrar refugio si sabes hacerlo.
Y cuando amaine la tormenta te encontraras con el sol y el aire que te curte.
Lo importante no es ver la montaña de lejos y soñar con subirla.
Lo importante es estar en ella y vivir lo bueno y lo malo que tiene, pero vivirla.
Ella me decia que el matrimonio era como una montaña.
Sus explicaciones no solo las aplico al matrimonio sino a todo lo que queremos implicarnos en la vida.
Ella decia, la montaña vista de lejos es preciosa, a todos nos gusta.
Pero la montaña hay que vivirla, hay que subirla y mantenerse en ella.
Te cansaras de subir, de bajar, te tropezaras muchas veces, pero al mismo tiempo tambien encontrarás momentos gratos, cuando te sientes a descansar, cuando encuentres un rio y te bañes y limpies, cuando tengas sed y veas un manantial, cuando el ruido que oigas sea el cantar de los pajaros.
En la montaña tendras miedo de las tormentas, pero tambien puedes encontrar refugio si sabes hacerlo.
Y cuando amaine la tormenta te encontraras con el sol y el aire que te curte.
Lo importante no es ver la montaña de lejos y soñar con subirla.
Lo importante es estar en ella y vivir lo bueno y lo malo que tiene, pero vivirla.
3 comentarios:
Me ha gustado mucho las analogías prácticas que la montañita puede tener. Felicidades por este blog tan humano!!
Como casi todo en este mundo: hay que vivirlo
Estos días viví días extraños, esos días que vives una realidad distinta. Te adentras en el pasado y te llenas de una sensación indescriptible. Es exactamente como dices, o como decía tu madre. Sobre todo si convives con personas que viven, han vivido y vivirán para siempre en mundos distintos al nuestro. En mundos, justos o no, donde vivir no era, o no es, tan trivial vivir como el que conocemos.
Muchos deberían sentir sensaciones así para desvincularse de la "pobreza" del mundo que vivimos.
Un abrazo etéreo desde El globo de los hermanos Montgolfier
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